Su delicada sensibilidad en el trazo inicial del dibujo y su apuesta por mostrar la expresión de las miradas de ilustres artistas internacionales, con un toque particularmente oscurista y desafiante, le ha llevado a convertirse en un reclamo en el panorama artístico actual. Aquí y allá.
Nombres propios como Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Alex González o la mismísima Madonna han contratado al artista valenciano, cautivados por la capacidad de transmitir a través de las miradas, de los gestos, de las formas.
Arrúe no hace retratos. Eso no va con él. Arrúe es figurativo y expresionista. Arrúe cala la esencia más íntima a través de las miradas con un objetivo único: mostrar lo más profundo de las personas hasta el punto de conectar con cada una de ellas.
No es solo un cuadro. Es la historia de una vida a través de los ojos.